domingo, 7 de agosto de 2011

Templario - Jonathan English (2011)


Mis andaduras por el mundo medieval no suelen ser buenas aventuras, no son lo apetecibles que se supone que deberían de ser, y sabiendo de su: suciedad, hambruna, pobreza, enfermedades y batallas. Quitando que estos elementos podrían echar para atrás en un principio, no son ellos, lo que realmente me desagrada del Medievo, cinematográficamente hablando.

Todas esas vidas bárbaras, llevadas hasta el límite siempre, hacen de aquella época, momentos duros que vivir y sobrevivir.

Recuerdo cuando vi por primera vez “Braveheart”, donde la vi y con quien la vi. Por entonces y en ese concreto momento, no me gustó el trabajo de Mel Gibson, ni delante, ni detrás de la cámara. Como argumento incluido y todo lo que a ella se refiere y conforma la película. Aquél día uno de estos dos colegas, me dijo que era la mejor película que había visto en su vida y eso se mantendría durante muchos años. A mí, aún no me llenaba el cine, no buscaba lo que busco ahora en este arte, no me interesaba nada más que para entretenerme (que a veces es para lo que lo buscas) y no tenía ni idea de lo que era una secuencia, un plano,  una dirección mejor o peor hecha, o un guión bien escrito (por favor). Todo me era más bien indiferente, sólo valía o conocía, el me ha gustado mucho, o, no me ha gustado nada.


Hay algo en este tipo de cine (no termina de llenarme, de llamar la atención hacia mí), que ni con “Ironclad”, título oficial de “Templario” (traducción española), donde han querido manchar nuestros ojos con litros de sangre y mutilaciones, principalmente, para hacernos centrar en esto y olvidar lo principal, su argumento. Puesto que puede estar mejor o peor rodada, o, mejor o peor interpretada, pero si está mal escrita, ni Medievo, ni sangre, ni pijos. Y venir a contarnos como la Inglaterra de principios del siglo XIII. Un 15 de junio de 1215 en concreto y, tras una dura negociación, el Rey Juan de Inglaterra, se ve obligado a firmar ciertas peticiones de los señores feudales que pretenden poner límites al uso despótico del poder por parte del Rey. El documento resultante es la Carta Magna. Un hecho insólito para un rey medieval, que veía cómo aquellos a quienes gobernaba y que debían serle fieles, le arrancaban sus prerrogativas reales. Sin embargo, cuando hubo reunido un fuerte ejército, el rey Juan se negó a cumplir el acuerdo y se dispuso a eliminar a todos los que habían firmado la Carta Magna, poniendo a Inglaterra al borde de una guerra civil: la Primera Guerra de los Barones (1215-1217). Juan decidió castigar a aquellos que lo humillaron, entre ellos un grupo de caballeros templarios atrincherados en el castillo de Rochester, que lucharán para resistir el asedio de las tropas reales. Para acabar todo en una disentería del Rey Juan, como con nuestra muerte por aburrimiento, desesperación o indiferencia.


En “Templario” y debiendo matizar o dejando un grave error de esta historia (la de English y sus tropas danesas) a un lado. Decir que es narrativamente malo su metraje. Dos horas de situaciones vacías, inexplicablemente absurdas y muy cogidas con las puntas de los dedos. Ni esas bestias luchas donde las clavículas partidas en dos, son o es la imagen emblema, o la orgía de hostias, espadazos, aplastamientos de cabeza y demás barbaridades (que conste que disfruté). Pueden intentar hacernos sentir bien. No basta con esto. Que para más defecto, el reparto casi en su totalidad, es más bien nefasto. 

Únicamente vale recordar su música, paisajes, algunas puestas en escena. Ya que ni las épicas luchas se han sabido filmar adecuadamente para mayor disfrute y poco más. Comentarios ridículos, expresiones tontas, situaciones sinrazón alguna y un protagonista (el más duro de todos, se entiende) que en los dos momentos clave de la película, está desaparecido. Increíble.

Trailer 


4 comentarios:

Igor dijo...

Gracias, de verdad. Había caído en la automentira de decirme, bueno, quizás no esté tan mal.
Me has ahorrado un buen disgusto.
Saludos

kuro dijo...

Hola Igor, qué tal? La película, como bien he dicho, es un saco que no deja de llenarse de metraje malo, diálogos (cuando los hay)nefastos, dirección irregular y personajes, bueno... la película es MALA.

Saludos y gracias por escribir, en sreio.

Sombra dijo...

Mal me habían hablado de la película y tu reseña no hace si no quitarme más aún las ganas de verla.

La verdad es que pocas películas sobre el medievo me terminan de gustar... quitando las que no pretenden ser épicas y quizás me guste Juana de Arco, pese a que tiene sus lagunas también.

En fin, una pena que con tanto presupuesto siempre se olviden de los más importante: hacer buen cine.

kuro dijo...

Hola Alex y Sombra. En serio amigos, es una historia (y mira que es importante) vacia. No te dice nada, ni esa sangre y las cabezas rodando, son suficientes.

Inexpresividad actoral, guión ausente, dirección floja...

Si, se han olvidado de hacer buen cine.

Saludos y muchas gracias por escribir.

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