sábado, 13 de agosto de 2011

El hombre que corría entre perros

No, no se trata de una nueva película que meter en la cesta donde se encuentran otras realcionadas con el mundo animal, o que llevan como título algo referente a animales. No voy a sumarla a películas como "El hombre que susurraba a los caballos", que no he tenido el gusto de ver. Tampoco la sumaré a "Los hombre que miraban fijamente a las cabras" y por supuesto, ojala, no es ningún rollo de cinta extraviada de "El hombre y la tierra" de Félix Rodríguez de la Fuente. Me viene ahora a la cabeza, una noticia donde telecinco y "Aquí hay tomate", mancillaron la imágen del gran divulgador naturalista.Y su multa les costó. Podría ser un nuevo experimento del tándem Soderberg/Clooney que tan buenos resultados tienen dentro del indie, pero tampoco, nada de esto tiene que ver con la majadería o delírio de hoy.

"El hombre que corría entre los perros" es una historia de cuarenta y cinco minutos basada en hechos reales. De hace apenas unos minutos, de escasos segundos, incluso, puedo ver la sudor deslizandose aún por la piel y quedándose gotitas enganchadas en las puntas del cabello, como gotas que resudan de alguna roca en ciertas cavidades oscuras de la tierra. Está aún vigente la experiencia, vivencia y poco aconsejable, también depende de lo que vayas a hacer, mi aventura con mis dos perros en una mañana calurosa donde el decidir salir a correr, ha sido más bien, una clase como las de Coco de Barrio Sesámo: "<< izquierda mika, izquierda rin-tin: Venga, vamos. Ahora a la derecha, hey!!, a la derecha he dicho>>". Por cierto, corren rumores de una deseada boda por parte de muchos internautas, entre Epi y Blas. Se pone en evidencia la sexualidad de estos muñecos que enseñaron a los niños a ser amigos de cualquier persona que fuera diferente a nosotros, o a ellos. La vida, que cosas tiene.

Siguiendo con las clases y con mi carrera entre perros. Te das cuenta, una vez más, de la increíble inteligencia de estos animales, pero a veces, y sorprendentemente, de su inexplicable tontuna o comportamiento. Cómo es posible, te tiene que querer mucho, demasiado, que les adviertas mil y una veces y no hacen o adviertes en ellos el más mínimo síntoma de caso. Eran las ocho de la mañana, tenían ganas de empezar el día con carrera continua y a su vez, quedar con la lengua por los suelos. No estaban para historias y harían lo que quisieran, incluso, fastidiar al dueño. Cuando veían oportuno, se adelanteban para oler cualquier excremento, pis o por el avistamiento de alguna zorra, perdiz, liebre, etc. Si se quedaban atrás, era por los mismo neceseres. Y así, hasta el final del trayecto, hasta que el dueño ha visto por conveniente parar, dejarlos descansar, porque son testarudos como el dueño y no continuar más con la graciosa prueba que me han hecho desarrollar hoy.

Correr con animales al lado, que casi los vas pisando, te llevan resguardado eso si, como si fueras alguien importante. No es aconsejable, ya que puedes acabar más pendientes de ellos, que de tu propio propósito. Por no hablar, de hacer carrera continua, y darte el el gusto y colocarte las medallas de que no salgan de la parcela  (por tus huevos), alrededor de casa y acabar muerto mareado. Tirado en el suelo y lleno de lametazos por toda la cara y cuerpo. Pero ellos que van a saber, o si?

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