sábado, 21 de abril de 2012

No te olvido.



No me olvido de ti, porque no dejo de pensar en ti.
Porque no te saco de lo que hay dentro de mi.
Porque es inconcebible, conociéndote, olvidarte y dejarte ir.
Porque en ti, pienso todos los segundos, minutos, horas y días...

No dejaré de seguirte, porque no me apartaré de ti.
Al desierto, al espacio, al 78 o al 4 de Julio.
No me olvido de ti, porque no dejo de pensar en ti.
Porque todo es natural, como tu sonrisa, labios y sinceridad.

No te olvidaré y hasta la muerte te seguiré.
Porque despertarte en mi un nuevo ser.
Porque me empujaste hasta hoy y porque colaboraste a ser lo que soy hoy.
No dejaré de pensar en ti, porque tu vida forma parte de mi.
Porque todo me arrastra a ti. A tu entrañas. A ti.

Mis lágrimas llevan tu nombre.
Mi sonrisa tu luz.
Mi estado tu estado.
Mis palabras, tu oscuridad visceral.

jueves, 12 de abril de 2012

Encerrado.



Sin saber que hacer, que escribir, leer o hacia donde desaparecer.
Habiendo cosas por hacer, por levantar y enterrar.
Cosas por olvidar y otras por aprender.
Cosas que poner en practica para volar y salir de este nuevo lugar.

Porque dormir no es la solución, ni para el escaso tiempo de la disolución.
Porque esconderse no es el remedió a vociferar en ningún medio o bajo ninguno de ellos.
Porque no sé si la música, esa terrible pasión, o el séptimo arte, ese loco amor, son la buena salvación.

Necesito la evaporación, como la del combustible de un coche sin usar.
Chillar o gritar, callar o escuchar. Morir, sonreír, vivir o pasear por la extraña senda de mis venas.
Terminar de arrancar, de salir en sexta de la parrilla de salida y terminar en lo más alto del cajón.

La salvación no está en un partido, en una copa, un café o la compañía. No flota la salvación.
Nada inexistente dentro de mi, que sale para comer(me). Insistencia que se traga mi propia vida, cuando a ella le doy de todo, pero que me exprime como a un limón y me escupe como lo más agrio degustado.
Porque ni los besos, ni el amor, ni la compañía salvan tu nueva vida.

Estoy ahí, porque me veo y siento, pero también me transparento y el vaho lo certifica.
Encerrado en la necedad, el ocultismo y el ostracismo. 
Desnudo, arañado y dispuesto a ser quemado.
Propósitos y pensamientos. Sueños y noches. Mañanas y sueños.
Encierro en mi la solución, pero no encuentro el sacacorchos adecuado.

lunes, 9 de abril de 2012

En la cama.



Sobre esta hora (02:00 o 03:00 de la madrugada) caigo normalmente en la cama. Es tarde para madrugar y arrastrando lo que arrastro... pero igualmente, temprano para trasnochar. No, no sé acercarme antes a las pesadas y gordas mantas de invierno que calientan mi extraño cuerpo y mi mente saturada.. No encuentro la posición, la almohada parece no quererme y todo debería ser al contrario. Ella deberìa abosorverme, pero lo ùnico que hace es escupirme.

Miro al frente y al resto de puntos cardinales. Vuelvo a arreglar la almohada, vuelvo a poner mis piernas en forma de flamenco, como cuando dicho animal se posa sobre el agua. Bebo de esa agua y me alimento, pequeños peces para el flamenco, pequeños sueños para el sonámbulo. Levanto la cabeza y vuelvo a cerrar los ojos.  Me duermo o no me duermo? Mejor seguir soñando.

Suena el tono elegido en el mòvil para despertarme. Probablemente me quedé soñando y ya era más bien tarde. Pero tarde para qué? Para no dormir? Para continuar soñando? Realmente, la cama y sus mantas, hacen falta menos para dormir, para todo lo demás. Soñar, soñar y soñar y no importa el lugar. Convertido en flamenco, o bien en un cuerpo muerto, soñar es el futuro de uno. Soñar es la riqueza de quien escribe..

Volveré a la cama y continuaré con mi sueño, que no sueño. Por lo que juntaré las horas de soñar con los supuestos momentos de dormir y me levantaré soñando con una vida lejos de aquí. Lejos de estas mantas y del silencioso somier, que lo único que hace, es guardar sueño tras sueño y no dejarme caer.

domingo, 8 de abril de 2012

Birth of joy - Rock en estado puro y muy fresco -

Rock de órgano made in Holanda. Música muy fresca y revitalizante.

Sólo tres temas para dejarte la miel en los labios con un sonido puro. Ese rock de toda la vida está muy presente con estos Birth of joy. Semejanzas a bandas como The Doors son claras en los minutos que duran este trabajo. Muy recomendables.

Se apaga.



Todo se apaga y posiblemente haya un nuevo resurgir, pero ha llegado el momento y se apaga.

Apaguemos luces, cerremos ojos y desconectemos nuestra alma. Puesto que todo se apaga y ya no hay luz que valga.

Ahora más que nunca todo se apaga, ya que ha llegado el momento y no veo nada. Ni resurgir, ni luces, ni una misera pizca de vida que alumbre mi existencia. Y cantaré por ello, gritaré por una luz que encienda mi oscura vida que se apaga.

Y en las oscuras rías de esa nueva y fría estación, donde almas desnudas fluyen sin sangre, ni color. Allí donde el negro y la humedad adornan las calles y vitorean una victoria anunciada. Allí donde la ciudadanía son vidas sin alma y almas estancadas. Almas apagadas, ojos cerrados y luces sin vida. Allí es donde debo de ir. Allí,  el sitio donde debo morir.

Dejémoslo.



La misma canción, las mismas vueltas, la misma posición. Lo mismo todo.  Ahora sí llegó el momento de su ejecución. Ya  no hay ganas de escribir, ni de escuchar y menos aún, de sentir.

Dejémoslo, dejésmolo, dejémoslo....

Las mismas vueltas, la misma canción, la misma posición. Dejésmolo, ya que en el fondo, en la oscura y absoluta soledad del todo, ya no hay ni ganas de escribir, ni de escuchar y menos aún, de sentir.

Dejésmolo, dejésmolo... y soñemos.

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