Bienvenidos al mundo donde cada uno de vuestros sueños serán reales, donde os podréis proyectar a vosotros mismos en cualquier rincón de vuestra vida y donde vuestra mente fantaseará sin cesar. Un lugar donde intentareis crear todo tipo de delirios, objetos imposibles, lugares inhóspitos, e imágenes confusas, para que finalmente, logréis ver, disfrutar y acariciar vuestro subconsciente en estado puro.
El último trabajo de David Lynch, “INLAND EMPIRE”. ¿Su último trabajo?, ¿un nuevo experimento?, creo que un cúmulo de pensamientos perversos, paranoias extrañas, secuencias surrealistas y oníricas que jamás haya filmado, desde que debutara con “Ereaserhead”, cine de autor por excelencia.
Con todos esto perfiles, se puede presentar “INLAND EMPIRE”, donde Lynch, primero nos atrae y luego seduce con un viaje de 3 horas por un mundo de sueños, vidas paralelas, laberintos mentales, oscuridad y porque no, mucho terror. Protagonizada por Laura Dern y Justin Theroux, “INLAND EMPIRE”, nos cuenta la vida de Nikki (Laura Dern), una actriz casada, que recibe una oferta para trabajar en una película, la cual será dirigida por el famoso Kingsley Stewart (Jeremy Irons). En ella tendrá como compañero a Devon (Justin Theroux), con el que tendrá una aventura. Kingsley, les advertirá de que se trata de un guión de una película polaca inacabada, en la cual, sus protagonistas, fueron asesinados misteriosamente. Durante el rodaje se creará un clima extraño y onírico, donde los actores empezarán a llamarse por el nombre de sus personajes, la confusión se apoderará de sus vidas y todo dejará de ser ¿real?
Rodada con soporte digital, lo que ha servido para que el propio director haya exprimido hasta límites insospechados sus fantasías más bizarras y experimentado hasta conseguir lo que para mi, es una de las películas más extrañas, atmosféricas, desconcertantes, asfixiantes y maravillosas de la era post moderna del cine actual. Apta para Lynchianos, frikis y amantes sencillamente, de lo extraño y para nada, de lo convencional.
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