Hace tiempo, mucho mucho tiempo. En los albores de Caravaca existía un noble caballero apodado el “Gnomo”. Era conocido por sus grandes dotes para destrozarlo todo, por oponerse a todo y con gustos más bien refinados fueran detestables o no para la gran mayoría. Se sabía de él, que odiaba todo lo referente al made in spain (música, cine, patriotismo cero, incluso, seguía a un grupo de personas detrás de algo redondo, provenientes del norte español). Lo de este noble señor era para guardarlo al lado de las propias (bellas, únicas y magistrales) pinturas creadas por aquél entonces, por la mismísima princesa de Caravaca. Una bella y hermosa jovenzuela con boca de piñón y gran corazón (me cocinaba a mí, el salmón). Pero aquellos tiempos pasaron y hoy día, todavía se recuerda a ese “Gnomo·: bestia, animal y cabezón, que ahora –ya un tiempo- es más humano y tolerante al made in spain.
Lo afirmo señores/as, rotundamente afirmo esta pequeña introducción. El viernes pasado, mi princesa o mi silla (como queráis) nos vimos “Pagafantas” (madre, como puse esta cinta cuando se estrenó). Otra cosa que se aprende con el tiempo, te guste o no – la película- , es no subestimar nada, ni a nadie. Válgame la virgen amigos/as, que sorpresa más grande y buena esta cinta que viene del norte español (como aquellos que iban corriendo detrás de una cosa redonda). Borja Cobeaga (Director), lo borda, literalmente. El primer trabajo del bilbaíno es una comedia más bien adulta (25, 26 añitos) directa a la mente, sobre todo, hace que tengamos la dopamina (químico cerebral) en perfecto estado. Porque, los golpes de risa, son abundantes y, a veces, inesperados. Chema (Borja Otxoa), y no el panadero de Barrio Sésamo, te pone en bandeja y con una guinda incluida, el proceso de un joven adolescente enamorado de una chica, pero que por no hacerle lo más mínimo (daño, el amor, no fuera a enfadarse, ni mirarle el culo, vamos). Lo llevarán a este, por el camino de la amargura, mientras a los espectadores, por el camino de la gloria.
Tres consejos y jamás me gusta darlos. Primero: no dar consejos. Segundo: No ir a Karaokes con la familia y primos de Elche y tercero: no te cases en un barco. Será terriblemente inolvidable. Por cierto, “los miércoles son los nuevos viernes y los jueves son los nuevos sábados. ¿Entonces que son los sábados?”
Si no habéis visto “Pagafantas”, dejen de serlo ustedes mismos y vayan corriendo al videoclub o a la tecla “buscar” del emule y veréis que rato más divertido y dramático pasan.
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