Os recomiendo este libro 100%. Su literatura te engancha hasta cotas tan altas que una vez metido de lleno, no querrás mirar ni para atrás ni para abajo, sino seguir y acabar para poder ver el desenlace final de su personaje e increíble vida tras la barra del bar del bar y fuera de ella.
Su literatura te puede recordar fácilmente a Bukowski o Fante. Un libro cargado mucha ironía, causticidad y mala baba que no debes dejar atrás, si eres lector de este tipo de género.
Momentos Cool
" Tras media hora de calma abres la portezuela trasera de la camioneta para inclinar la cabeza ante el viento. Te limpias el sudor y la sangre y la grasa con la manta y contemplas la luna, que flota baja en el cielo sobre el cañón. El cuerpo te duele como si hubieras estado haciendo mucho ejercicio y te brota por dentro una satisfacción, una especie de orgullo o sensación de logro personal, y consideras la posibilidad de caminar hasta el borde del cañón para escrutar los colores negros y azules que tiene de noche, y te pones en cuclillas para salir de la camioneta, y das el largo paso que te separa del suelo, y en cuanto tu pie lo toca el músculo de tu esfínter se distiende involuntariamente y dos días de arándanos y un montón de sangre te caen a chorros por las perneras de los pantalones encima de los zapatos y los calcetines y forman un charco humeante a tus pies:
Silencio."
" Habla de la farmacéutica alcohólica y adicta a los narcóticos que tú estás convencido de que en realidad es un hombre transexual sin operar. Es bajita y flaca y tiene una cara atractiva y muy maquillada y una caída de ojos drogada. El pelo negro y corto le cruje pro culpa de la laca y sus hombros desnudos están cubiertos de unos bultitos que tú das por resultado de afeitarse todo el cuerpo o de depilárselo a la cera. Cada noche se trae a un hombre distinto, siempre son morenos de piel y peludos y un poco inseguros y asustados. Se trata de hombres solitarios que te cogen odio tan pronto como descubren que su chica tiene sentimientos por ti y enseguida le proponen marcharse a otro local; como ella no quiere irse se largan solos, y la mujer se encoge de hombros y te dirige una mirada sugerente. Te ha pedido muchas veces que la acompañes al coche o al lavabo de mujeres, y también que la dejes acompañarte al almacén, pero tú siempre le dices que no porque hay ciertos misterios en el mundo humano por los que no sientes ninguna curiosidad, y el que tienes delante es uno de ellos".
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