La última película que he podido ver en una de las proyecciones de cine club, concretamente, en el pueblo vecino, ha sido The Visitor. Película escrita y dirigida por Tom McCarthy (Vias cruzadas) y protagonizada por Richard Jenkins (nominado al Oscar por este papel, en su última edición), Hiam Abbas, Haaz Sleiman y Danai Gurira, principalmente. El cine en mi localidad es para escribir folios y folios, hasta aburrirse. Una larga historia que de momento, está resultando ser muy mala para todo cinéfilo.
The Visitor se presenta como un pequeño e independiente film, pero con una genial idea. Nos relata una situación que está pasando más que nunca, en muchos países del mundo, y muy problemática por desgracia. The Visitor tiene buenos actores y una dirección correcta, pero a gusto personal, no va más allá de eso. Soy consciente de que el cine independiente (me considero seguidor y degustador), es más bien minoritario, con respecto a otros tipos de cine, y aunque últimamente, es cuando más productos de este tipo están saliendo a la luz, no por ello, todos deben de ser buenos.
El cine independiente tiene su fuerte o lo podemos encontrar normalmente, en el guión, sus actores y el tipo de filmación por el que apueste su director. Es un cine donde la mente, trabaja más que nunca. Os sorprenderíais de la cantidad de buen cine independiente que hay dando vueltas por el celuloide, y también claro, de la cantidad de cine que no merece la pena. Como en todo, vamos.
Bien, dicho esto, os cuento un poco de que va para muchos, un buen film independiente como es “The visitor”.
The Visitor narra la vida de Walter Vale (Richard Jenkins). Un señor que vive atormentado por el silencio que prevalece en su hogar. Su esposa ha muerto y ya nadie arranca del piano esas melodías que endulzaban su anónima existencia. Él trata de aprender los secretos del teclado, pero los profesores van desfilando y su frustración crece al ritmo que disminuye su paciencia Un señor que ronda los setenta, decaído, con las entrañas roídas por el desamparo y la melancolía.
Walter es un profesor indolente y hastiado en la Universidad de Connecticut. Su mirad
a le evidencia: vive por inercia, y no quiere asistir a ese condenado congreso en Nueva York. Pero su decano le obliga. Después de tanto tiempo, Walter regresa a su apartamento en la Gran Manzana, encontrándoselo okupado por una joven pareja de inmigrantes…
Se requiere mucho, casi siempre, para sacar una buena idea para adelante. The Visitor es un clarísimo ejemplo de ello. Una muy buena idea como he dicho antes, pero desgraciadamente, fallida totalmente. La culpa de todo (no, no la tiene Yoko ono) la tiene su guión. El guión escrito por Tom carece de fuerza (la película lo exige). Sus personajes son meros turistas que navegan entre líneas, salvando la actuación de Richard Jenkins, bastante digna (a veces, hay actores que sobre actúan, aquí, ni llegan a eso). Una cosa es ser un actor frío, o que tu papel lo requiera. Otra cosa muy diferente, es ser monótono estés en la situación que estés.
La película tiene momentos relevantes y crudos, con una temática como es la inmigración, que deberían de haber sido de otra manera totalmente diferente, pero qué está absolutamente descafeinada, y es por eso, por lo qué no le he encontrado nada especial a esta película. Es bastante sorda y por lo demás, pues nada de nada.
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