Ni cinta, ni madera, ni suelo, ni agua.
Muchas ganas, pero parado por la fisionomía, por la física y abocado finalmente
a duros minutos al sol de una curiosa y bonita limpieza. Duros minutos, cortos,
pero duros para ser bruscamente expuesto a mi "terrible" realidad. Ni
monstruos, ni fantasmas, ni ogros, ni seres sin cabeza. Sólo agua, tierra y
madera han hecho falta para que mi cuerpo se haya sentido abatido y
recluido a un balancín. Balancín que mece todo tipo de mentes, cuerpos y
memeces. Vaivén que relaja, que excita, que aclara y que sostiene. Que me
sostiene, porque hoy, el "día del comienzo", me ha atrapado o yo,
simplemente, me he dejado caer sobre él.
¿Día del comienzo? ¿Acaso hay día para comenzar? Pero no es una continuación diaria de esta vida sana, malsana o como nosotros queramos vivirla o llamarla. Necesitaremos de máquinas o podremos nosotros solos? Nos ahogaremos, moriremos, resucitaremos y nos reinventaremos. Escribiremos y mostraremos lo que dentro de nosotros hay para escupir.
Pero por el momento y cuando creí haber vencido:
sucumbí y morí. Triste y pobre de mí por creerme lo que aun no estaba logrado.
Rico de mí cuando vuelva a resurgir, porque entonces, en el infierno, y no
donde Satanás es el dueño, sino en el otro, las cosas comenzarán a oler y
sentirse de otra forma.
Hoy es un día más en este planeta del que
recordaremos más bien poco.
2 comentarios:
Un blog genial! te felicito!
!!!
un seguidor aqui tal vez sea solo temporal...
pero tu blog es muy muy bueno
Muchísimas gracias por tus palabras. Espero poder verte más por aquí, sinceramente. Me alegro mucho de te que guste mi rincón.
Un saludo
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