Se acabó 2011 y se acabó con el la vida de muchas personas y ciento de cosas. Terminó un año extraño, loco y que por momentos iba demasiado rápido y otras veces, demasiado lento muy a nuestro pesar para ambas cosas. Resumir un año en seiscientas palabras es un poco complicado, pero más complicado lo vamos a tener en este año que estamos entrando, por lo que mejor quedarse con lo único bueno que haya habido en tus doce meses pasados. Un resumen de como la vida va cambiando.
Ahora eres mía para luego pasar a la postrimería. Es posible que el que ha llegado primero, tal vez llegue después, porque los tiempos van cambiando. Un penoso 2011 para la economía –de algunos-. Horrible pensar que día tras día hay que encontrarte siempre con la misma disentería que te come por dentro noche y día. Por aquellos/as que se vieron obligados –a la fuerza- a dejar sus casas. Por los y las que siguen sin encontrar donde meterse cada día. Por esos y esas que nos roban todos los días y nuestro país, parece reírles sus pillerías. Un 2011 que sólo y escuetamente, ha dado pocas alegrías. Hablemos, hablando o escribiendo en una posición totalmente generalizada, ya que ahora mismo no dispongo de algún poder para adentrarme en vuestra vida personal, lo que sería toda una fantasía.
Llego tarde, me han recortado hasta las horas de escribir, por lo que mi rato dominguero para este espacio se ha visto un poco alterado. Pero para alteraciones y muy emocionales las noticias del fin de la banda armada E.T.A, a mi juicio, lo mejor ocurrido este año recién acabado. Porque la compra de unos trajes ilegalmente… como que no. La acojonante captura y muerte de Gadafi, la inesperada (un 2 de Mayo) muerte de Bin Laden, etc. Un año de desapariciones, unas porque le ha llegado su final, justa o injustamente, y otras por razones que incluso muchos padres, no saben ni explicarnos. Noticias todas llenas de bombas explosivas; almas manchadas de sangre, cuerpos destruidos por la guerra o por una vida cruel.
Ahora eres mía para luego pasar a la postrimería. Es posible que el que ha llegado primero, tal vez llegue después, porque los tiempos van cambiando. Un penoso 2011 para la economía –de algunos-. Horrible pensar que día tras día hay que encontrarte siempre con la misma disentería que te come por dentro noche y día. Por aquellos/as que se vieron obligados –a la fuerza- a dejar sus casas. Por los y las que siguen sin encontrar donde meterse cada día. Por esos y esas que nos roban todos los días y nuestro país, parece reírles sus pillerías. Un 2011 que sólo y escuetamente, ha dado pocas alegrías. Hablemos, hablando o escribiendo en una posición totalmente generalizada, ya que ahora mismo no dispongo de algún poder para adentrarme en vuestra vida personal, lo que sería toda una fantasía.
Llego tarde, me han recortado hasta las horas de escribir, por lo que mi rato dominguero para este espacio se ha visto un poco alterado. Pero para alteraciones y muy emocionales las noticias del fin de la banda armada E.T.A, a mi juicio, lo mejor ocurrido este año recién acabado. Porque la compra de unos trajes ilegalmente… como que no. La acojonante captura y muerte de Gadafi, la inesperada (un 2 de Mayo) muerte de Bin Laden, etc. Un año de desapariciones, unas porque le ha llegado su final, justa o injustamente, y otras por razones que incluso muchos padres, no saben ni explicarnos. Noticias todas llenas de bombas explosivas; almas manchadas de sangre, cuerpos destruidos por la guerra o por una vida cruel.
Desastres naturales o el paso de la vida con nuestra madre naturaleza al frente. Triunfos deportivos nacionales que muchos piensan que ha sido lo más. Un 2011 con menos visitas por mi parte a las salas de cine, pero una de ellas, inolvidable como fue aquel “Cisne Negro”. Ese día, el cristal se rompió en millones de fantasiosas alegorías. Pero miremos al futuro, observemos detenidamente el 2012 y cada uno de sus meses y con sus respectivos recort… Lástima que se haya acabado 2011, mucha pena por dejar grandes cosas atrás –ahora sí es personal-. Que desastre que las cosas acaben, porque hasta hoy mismo, no conozco nada que dure toda una vida. Nuestro planeta, nos lo cuenta cada día.
Seguiremos peleando como decía Rubalcaba, sumando como apuntaba Rajoy. Lucharemos como decía este o aquel, pero por encima de todo, intentaremos no dejar que nos roben más. Se está construyendo un gran país –creerán muchos-, pero a base de hacer pobre a los más pobres y ya podéis imaginar mi continuación… Realmente y sinceramente, España está como cualquier ruina de la antigua Cartagonova, Roma o como la propia cara de nuestro Rey, ese sucesor del generalísimo, al que le seguimos dando nuestros cuartos, que por cierto, ahora se ha encargado Undargarín de llevarse, sin hacer nada en absoluto.
Acabó un año de sorprendentes sorpresas, malas y buenas, pero sorprendentes. En la vida, las cosas son impredecibles, por lo que sugiero, que luchéis por lo que más améis.
Feliz año 2012
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