domingo, 21 de noviembre de 2010

Monsters (2010)

Directamente el titulo – y no hace falta que te lo diga nadie- te llevará a pensar o imaginar con lo que te vas a encontrar en el film, pero Monsters no es una película de Monstruos. Se puede comparar con algunos trabajos recientes, pero una vez vista, se da uno cuenta de que el trabajo de Gareth Edwards va por otros lares. No quiero decir con eso que sea una apuesta fallida o que sea un producto hecho rápidamente para aprovechar el tirón de otras propuestas y ganar con esto, una buena cantidad de dinero. Sino que, Gareth ha apostado por otro tipo de historia, indagando mucho más en otros aspectos de la vida, aspectos personales e íntimos, que también veremos exteriorizar en unos gigantes protagonistas. Monsters, nos regala grandísimos paisajes salvajes, solitarios y únicos. Gareth nos deleita con grandes puestas de sol, llenas de silencio y muchos kilómetros de extensión imaginativa.

Varios años después de que nuestro planeta haya sufrido una invasión alienígena y enormes criaturas extraterrestres hayan sido contenidas en una franja entre Estados Unidos y México, un reportero aceptará cruzar la zona infectada para escoltar a la hija del editor para el que trabaja.  El fotógrafo y la hija del jefe emprenderán un gran viaje donde, en primer lugar, uno exteriorizará su deseo sexual hacia su compañera después de haber intercambiado a penas unas palabras y ella, con más peso moral, puesto que se va a casar pronto, se siente más segura y pasa un poco del tema. Con el transcurso de los minutos, veremos como ambos y, ahora, sin ser nada forzada la relación sobre el papel, su atracción mutua será más cordial, saludable y quien sabe, con un futuro esperanzador.

Durante el camino, largo y peligroso, las pasarán putas para poder ir accediendo al siguiente medio de transporte y así, poder ir cumpliendo con la misión de llegar sanos y salvos a tierras americanas. Perdida de billetes, indecisiones por parte de la chica, fiesta del fotógrafo que saldrá más cara de lo imaginable y así, un cúmulo de situaciones, pasajes, poesía, silencios y momentos que te harán recordar a un gran clásico del cine para terminar viendo la auténtica y verdadera zona infectada y sus consecuencias cuando accedes más de lo que deberías a sitios habitados por otros seres.

No me importa, ni me importará, ni me ha importado, que Monsters no sea de Monstruos como ya se ha dicho. Me trae sin cuidado que no haya aplastamientos durante todo el metraje de bichos gigantes, me la pela que no haya FX salvajes e innovadores con los que flipar, me dejan dormir todos estos apuntes. Lo que me gusta de Monsters en concreto, es que es una pequeña gran historia de Ciencia-Ficción, con un presupuesto bajo y un resultado Monstruoso.

Solamente hay que dejarse llevar, contemplar y estudiar las secuencias. Analizar cada momento de la pareja y el extraño camino hasta la frontera. Sentiros libres y abrir la mente al máximo, porque la última media hora de Monsters es una auténtica gozada. Magica, sencilla y deslumbrante.

Los minutos o secuencias de la gasolinera y termino aquí, son un orgasmo de belleza argumental y de una textura cinematográfica asomborsa.


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